— Bilbao 2019 —

Pánico, terror, frustración... Probablemente ahora mismo estés experimentando todas esas sensaciones, pero tranquilo: HAY ESPERANZA.

Muchas veces, por muchas precauciones que tomemos, los accidentes son inevitables. Una ola perdida, un inevitable resbalón… Cualquier pequeño detalle puede dar con nuestros huesos (y nuestra cámara) empapados. Y entonces llega el pánico por haber perdido nuestro equipo. Tranquilidad. Puede que no todo esté perdido. Sigue estos 10 pasos para secar tu cámara.

Pongámonos en situación: Estamos haciendo costa y nos arrimamos a una rompiente suspirando por una seda que quite el hipo. Observamos la zona con tranquilidad, contamos hasta 8 olas para ver hasta donde llegan y, si está bajando la marea, nos acercamos con precaución. Aseguramos bien el trípode y plantamos bien nuestros pies pero, desgraciadamente, la novena ola es mucho más grande que las anteriores y poco menos que nos pasa por encima. Estamos bien, tenemos bien agarrado nuestro equipo pero estamos empapados… y la cámara también. ¡HORROR!

ANTE TODO, CALMA

Lo primero de todo es ponernos a salvo tanto nosotros como el equipo. No toques nada. Solo céntrate en llegar a un lugar seguro y estable donde empezar a valorar los daños. Cuando ya tengas la certeza de que estás en un lugar tranquilo, comenzamos a comprobar los daños. Con el ansia de que la camara esté bien, muchas veces nos olvidamos de lo más importante: NOSOTROS. Antes de comprobar nada asegúrate de que tus compañeros (si los hay) no necesitan ayuda urgente y, acto seguido, comprueba que no has sufrido daños. Torceduras, cortes… Muchas cosas pueden salir mal en situaciones asi. El equipo es reemplazable, TÚ NO.

Salvaguarda tu cámara de posibles cortos

Si no has sufrido ningún daño, ENHORABUENA. Pase lo que pase a partir de ahora tiene la importancia que tiene. No merece la pena ponerse a jurar en arameo ni maldecir a los dioses nórdicos. Céntrate e intentemos minimizar los daños.

1. APAGA LA CÁMARA. Antes de sacar el trapo, antes de nada…. APÁGALA. Debemos minimizar la posibilidad de que el agua y la corriente electrica hagan «su magia».

2. SACA LA BATERIA Y LA SD. Es el siguiente paso para evitar cortos. Trata de sacar todo lo que esté conectado a tu cámara.

3. SECA TU CÁMARA. Hazte con un trapo seco (es muy probable que el que lleves encima esté igual de mojado que tú) y seca con calma todos los rincones. No te olvides de abrir todas las tapas (bateria, SD, conectores…)  e ir repasando cada centimetro.

4- NO TE OLVIDES DE TU OBJETIVO. Aunque la mayoría de daños los puede sufrir el cuerpo, los objetivos cada vez incluyen más electrónica y requieren el mismo cuidado que el cuerpo.

5- GUARDA CUERPO Y OBJETIVO POR SEPARADO. Una vez que hayas secado lo mejor posible tu cámara y objetivo, deja pasar unos minutos y retira el objetivo con cuidado. Como toda precaucion es poca, coloca la camara apoyando el visor en el suelo con el objetivo apuntando el cielo y quita el objetivo a la vez que secas con el trapo las partes que tocan con la cámara. Sobre todo si tu objetivo no es sellado, puede que tengas algo de humedad en la bayoneta. Esto nos permitirá también poner a secar ambas piezas por separado, que es más sencillo y efectivo. Si puedes, guarda todo en la mochila junto a las tipicas bolsitas de sílice.

Tómate un respiro

6- RESPIRA. Calma. Sé positivo. Piensa que todo va a salir bien. Llevas un rato con las pulsaciones a mil. Repasa todo lo realizado y piensa si no te has dejado nada por hacer. ¿Estamos seguros? ADELÁNTE.

7- LIMPIA TU CÁMARA CON AGUA EMBOTELLADA. Sí, estás oyendo bien. Vas a volver a «mojar» la cámara. Piensa que el primer problema en el mar es el agua… Pero el verdadero enemigo si salvamos este match ball será la sal. Debemos retirar toda la que podamos y siempre con máximo cuidado. Repasa con un trapo húmedo con agua embotellada todos los puntos donde anteriormente estuviera mojada tu cámara. Con mimo y paciencia.

8- VUELVE A SECAR TU CÁMARA. Retira todo rastro de humedad con otro trapo seco.

¿Enciendo ya la cámara?

Como todo en la vida, SENTIDO COMÚN. Valora bien el grado de agua que ha entrado en tu cámara. Si tienes duda… Que peque de largo. ESPERA. Ve a casa y continúa con los cuidados.

9. ENTIERRA CÁMARA Y OBJETIVO EN ARROZ. Cierra muy bien todas las tapas y orificios de tu cámara y objetivo y entierralos en un recipiente con arroz. 

10. ESPERA 24/48 HORAS. Sí… Ya sé que te mueres por ver si todo ha ido bien, pero sé paciente. De este paso puede depender que tu cámara vuelva a ser la que era o que tengas un bonito pisapapeles.

El momento de la verdad

Respira, mete la bateria y… Enciende.  Solo me queda esperar que todo haya ido bien y tengas tu cámara como nueva. Solo una recomendacion más: Ahora que estás más tranquilo, retira de nuevo la bateria y vuelve a pasar un trapo humedo con agua embotellada por la cámara prestando especial atención a pliegues y botones. Puede que ahora no notes los efectos de la sal, pero pueden aparecer en un futuro.

Y si todo no funciona

Has hecho todo lo que estaba en tus manos y, desgraciadamente, no ha podido ser. Sin embargo, siempre queda la opción de enviar la cámara al SAT. Pide presupuesto y valora si te compensa intentarlo. 

Métodos alternativos

He oido muchas cosas que se le ocurren a la gente para secar su cámara. Mi recomendación es seguir estos 10 pasos… y poco más. Puedes usar moderadamente un secador pero trata de evitar a toda costa el sensor y los cristales. Este método se ha seguido siempre y tiene un buen porcentaje de éxito. Requiere paciencia, pero es lo mejor que puedes hacer por tu cámara.

¿Has sufrido un percance similar? ¿te ha ayudado el artículo? cuéntamelo en los comentarios
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